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Diseño Basado en la Evidencia: transformando la Arquitectura Sanitaria para una mejor atención

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En el mundo de la arquitectura sanitaria, un enfoque relativamente nuevo está consolidándose, buscando mejorar la experiencia de pacientes y profesionales de la salud: el Diseño Basado en la Evidencia (en adelante EBD). Bajo la utilización de este proceso se busca no solo crear espacios estéticamente agradables, sino también entornos que maximicen la eficiencia, la seguridad y el bienestar de quienes ingresan a estos centros de atención.

Pero, ¿De dónde surge?, ¿cómo se puede introducir este proceso en los diseños de centros de salud?, ¿Cuáles son sus alcances?…  A continuación se presentan algunas respuestas.

¿Qué es el Diseño Basado en la Evidencia y cómo se aplica en la Arquitectura Sanitaria?

De acuerdo con lo que establece el American Institute of Architecture (AIA)[1], el término «EBD» responde al proceso de basar las decisiones sobre el entorno construido en investigaciones fiables para lograr los mejores resultados posibles.

Mediante su utilización se posibilita el análisis de distintas configuraciones arquitectónicas en entornos de atención médica con el objetivo de evaluar cómo la disposición de los espacios puede afectar la recuperación de los pacientes y reducir los errores médicos, entre otras cosas.

Su origen

Este enfoque relativamente nuevo en el campo del diseño surge en el año 2000, tomando como punto de partida tres factores precedentes: el movimiento de la medicina basada en evidencias, el enfoque en los cuidados centrados en pacientes y la publicación de un estudio científico que vincula una estrategia de diseño (como las ventanas en habitaciones de hospitalización) con el proceso de recuperación de pacientes[2].

Impacto en la «Experiencia del paciente»

Uno de los aspectos más destacados del uso de EBD es su capacidad para transformar la experiencia del paciente. Ciertas investigaciones, tales como las de Roger Ulrich[3] [4], indican que la exposición a la luz natural, la selección cuidadosa de colores y la disposición de las habitaciones pueden influir positivamente en la recuperación de los pacientes. O, también, la incorporación de áreas de relajación y jardines terapéuticos ha demostrado reducir los niveles de estrés y ansiedad, contribuyendo así a una estadía hospitalaria más cómoda y agradable.

Un proceso eficiente

El diseño de espacios hospitalarios basado en la evidencia también se centra en mejorar la eficiencia operativa y la seguridad. La disposición estratégica de estaciones de enfermería, salas de tratamiento y equipos médicos puede reducir los tiempos de respuesta y minimizar los riesgos de errores médicos. Además, la implementación de tecnologías innovadoras, como sistemas de monitoreo avanzado y diseño de salas quirúrgicas ergonómicas, contribuye a entornos más seguros y eficaces[5].

Bienestar del Personal

Además de considerar a los pacientes y sus familiares, el uso del proceso de EBD se presenta como una herramienta valiosa que no solo influye en la experiencia y el rendimiento de las personas que ocupan esos espacios, sino que también tiene efectos concretos y tangibles en los resultados generales de la organización. El propósito se orienta en desarrollar entornos laborales que no solo sean visualmente atractivos, sino que también cumplan una función, sin descuidar la salud mental y emocional del personal de salud. Con base en esta premisa, se diseñan estratégicamente áreas de trabajo, algunas de ellas colaborativas, se intervienen los espacios de descanso de manera adecuada y se planifica una distribución eficiente de las instalaciones para evitar desplazamientos innecesarios o aglomeraciones que puedan obstaculizar la labor diaria, entre otras consideraciones.

Desafíos de utilizar la EBD en la Arquitectura Sanitaria

A pesar de sus numerosos beneficios, el camino hacia la adopción generalizada del EBD presenta desafíos. La inversión inicial en infraestructuras basadas en evidencia científica puede ser significativa, y la resistencia al cambio en la industria puede ralentizar la adopción. Sin embargo, a medida que más estudios respaldan la efectividad de este enfoque, es probable que esta tendencia continúe creciendo[6].

En última instancia, el Diseño Basado en la Evidencia en la arquitectura sanitaria no solo representa un cambio estético, sino una transformación fundamental en la forma en que concebimos y construimos entornos de atención médica. Al centrarse en la evidencia científica, este enfoque promete una revolución en la calidad de la atención, mejorando la vida de pacientes y profesionales de la salud por igual.

También, aunque la investigación en este campo puede ofrecer hallazgos complejos y a veces contradictorios, fomenta la continua prueba de nuevas ideas. La diversidad de fuentes de información proporciona una base sólida para la toma de decisiones fundamentadas, abarcando desde la psicología hasta la economía.

Conclusión

En perspectiva de todo lo expuesto, se podría decir que el proceso del Diseño Basado en Evidencia (EBD) es una tendencia ascendente que tiene la capacidad de producir un cambio muy significativo (y positivo) dentro del ámbito de la salud, mejorando considerablemente la experiencia tanto de pacientes como de profesionales.

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Referencias bibliográficas

[1] American Institute of Architects – https://www.aiainternational.org/

[2] Cambra-Rufino, L., Paniagua-Caparrós, J. L., & Bedoya-Frutos, C. (2020). La acreditación y certificación del diseño basado en evidencias para la arquitectura sanitaria llega a España. Revista Española de Salud Pública, 93, e201910091.

[3] Ulrich, R. S. (1984). View through a window may influence recovery from surgery. Science, 224(4647), 420-421.

[4] Ulrich, R. S. (2006). Essay: Evidence-based health-care architecture. The Lancet, 368, S38-S39.

[5] Alfonsi, E., Capolongo, S., & Buffoli, M. (2014). Evidence based design and healthcare: an unconventional approach to hospital design. Ann Ig, 26(2), 137-43.

[6] Hamilton, D. K. (2003). The four levels of evidence-based practice. Healthcare Design, 3(4), 18-26.